El Dr. Robson intercede cuando la policía saca a Charlie del hospital: el paciente todavía es demasiado frágil y el riesgo de infección es demasiado grande. Charlie tiene su propia habitación privada y Candy es la única cuidadora. Eliza le pide a Candy que pague la factura del hospital por Charlie, y si no puede pagar, exigirá que el hogar de pony pague la considerable suma. Candy conoce a una paciente que se gana la vida haciendo flores falsas para el teatro, y lo intenta con sus propias manos para resolver su actual problema de dinero.