Al no verlo por más de seis meses a veces, la hija del Capitán Nieven, Sandra, está ansiosa por su atención y comenzó a salir con una pandilla en su ausencia. Gracias al cuidado de Candy, la doble fractura de Cookie se puede curar por completo en dos meses. Envidiosa de los dos polizones que pasan tiempo con su padre, Sandra amenaza con alertar a la aduana y envía a sus amigos matones a Candy.