Eliza protesta por la liberación de Candy frente a todos, y abiertamente no está de acuerdo con la hermana Gray de que Terry fue enviado de la escuela. La arrogancia e insolencia de Eliza le valió una semana de encierro. Mientras tanto, Neil y sus matones están seguros de que pueden intimidar a Candy todo lo que quieran, ya que Terry ya no puede protegerla. Candy admite para sí misma que está enamorada de Terry y reconoce que Eliza actúa como lo hace por celos.